jueves, 1 de mayo de 2008

El día del trabajo

Entre bombas, girasoles, crisis y antiespañoles celebramos hoy el día del currante o, para no ofender a los que por desgracia no lo son, el día del trabajo...

Ah, ¿pero hay trabajo? La verdad es que...cada vez menos...y, en principio, tal y como están las cosas, en 2009 tampoco podremos celebrar un día del trabajo.

Pero, hablemos de trabajos: hay gente cuya función se plasma en el hecho de tirar petardos. No hablo de los valencianos sino de los vascos que están haciendo una competencia muy agresiva a aquellos. Todo apunta a que dentro de un tiempo se celebrarán dos fallas en España. La primera de ellas la clásica, las fallas de Valencia, las de toda la vida, y la segunda el "fallón" del País Vasco, que será caraterizado, como indica su propio nombre, por ser incluso más impactante, si cabe, que su competidora, así como por no poder ponerle una fecha concreta, la "fiesta" surge sin avisar, surge por generación espontánea por parte de su pueblo.

Otra gente se dedica a charlar, sonreir y tratar de aparentar. Es una profesión muy cotizada cuyo culmen consiste en lograr adquirir la condición de...putado y llegar a formar parte de un gallinero. Es, llegado este punto, cuando cada palabra, cada frase (aunque esté mal formada) que salga de su boca vale millones. Es, por así decirlo, el "mercado de faroles".

Hablemos del currante medio. Yo, tal y como están las cosas, lo dividiría en dos tipos: el ingenuo y el rehacio. Ambos tienen la característica común de que trabajan honradamente, diariamente y constantemente...y ven como, a pesar de trabajar honradamente, diariamente y constantemente, su dinero e ingresos se reducen también diariamente, constantemente y ¿honradamente?. La diferencia entre ambos reside en que mientras que el rehacio no invierte en el "mercado de faroles" ya que no confía en lo que ahí se dice y, de esta manera, se guía por sus propias conclusiones tratando de mejorar su situación sin aceptar lo que considera erróneo buscando así mejorar la realidad de su vida cotidiana, el ingenuo es aquel que, por invertir en el "mercado de faroles" se sitúa a expensas de lo que ahí se cotice aceptando y especulando en favor de su inversión y tratando de reconducir lo allí hablado a la vida cotidiana, viviendo así diariamente en un mundo irreal promovido por lo cotizado en el citado mercado.

Una vez expuestas, de manera general, las principales vertientes laborales en España cabe hablar de una clase de individuos que, muy a nuestro pesar, aumenta diariamente, se trata de los "quiero y no puedo". Suelen ser jóvenes, inmigrantes, aunque también podemos encontrar, y más aún hoy en día, gente con este perfil laboral en distintos estratos sociales. La característica principal, como su propio nombre indica, es que quieren trabajar pero no pueden, no porque carezcan de capacidad o de formación, sino por el hecho de que parecen no hacer falta en nuestra sociedad organizada bajo los dogmas del progreso y, también, por el hecho del propio "avance" del progreso sobre la base del "mercado de faroles" que obliga a modificar la propia estructura económica de manera brusca. De esta manera, muchos son los que quieren trabajar para lograr tener su vida en esta nuestra sociedad pero no pueden, y muchos otros son los que, habiendo logrado tener a través del trabajo una vida dentro de nuestra sociedad, ahora se ven incapaces de mantenerla.

Por todos ellos y por todos los que pacientemente habeis leído esta entrada:
¡¡FELIZ DÍA DEL TRABAJO!!

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