viernes, 30 de enero de 2009

Zapatazos de Zapatero (IV): El héroe miliciano

No querría perder la oportunidad de comentar uno de los hechos que mayor perplejidad han causado sobre mi persona. Aunque realmente mentiría si negase que, además de perplejidad, me ha provocado estupor, incomprensión, rabia, conmoción e incluso una pequeña y tenue sonrisa al considerar lo ocurrido como algo más propio de un mal sueño que de la realidad del día a día.

Ha sido de aquellas cuestiones que le dejan a uno boquiabierto, mirando al infinito y procesando toda la información que percibe por sus sentidos. Supongo que el que me lea pensará que es agua pasada, que llego tarde para comentarlo pero la convicción tengo de que es agua que no hay que dejar pasar.

En Panem et Circenses se trató de explicar y dar un sentido al conflicto bélico entre Palestinos e Israelíes, y se encontró como causa originaria aquel movimiento nacionalista denominado sionismo. Hemos tratado de demostrar que posicionarse en favor de un bando o de otro en una guerra no es más que defender la existencia de la misma, sobretodo cuando se produce entre pueblo alejados y diferentes al nuestro.

Nuestro gobierno, y detrás de él socialistas, ultraizquierdistas, etc., pronto decidieron su postura y pronto comenzaron a darle sonoridad coincidiendo todo ello con acontecimientos nacionales de nuestro país de cierto calado y de cierta incomodidad para los estómagos del ejecutivo. Soy capaz de afirmar y afirmo que mucha de la gente que se puso del lado de Palestina no sabía realmente por qué lo hacía, desconocía el origen del conflicto, lo único que sabía o creía saber era que los judíos eran malos porque mataban a palestinos y que el gobierno se había posicionado en favor de los Palestinos...nada más. Actuaron como autómatas llegando a apedrear determinada embajada promovidos por la postura de nuestro gobierno y con una fe ciega en las convicciones que el mismo había puesto sobre la mesa.

Con todo ello y tras esta cortina de humo ante la realidad nacional, y este es el momento de mayor perplejidad, ha llegado la noticia de que nuestro Gobierno vende armas a una de las dos naciones en conflicto. Ya de por sí, este hecho solo, pone de manifiesto el irrealismo del eufemismo que muchos hemos despreciado (misiones de paz) y el esfuerzo desmesurado que ha llevado a cabo ZP y su séquito para hacernos creer que poco les faltaba para parecerse a Santa Teresa de Calcuta.

Pero lo llamativo no es eso sino que la venta de armas se realiza en favor de la nación del bando contrario en la guerra. Me explico porque es difícil de digerir. Lógico sería que, ya que nuestro gobierno se ha posicionado en favor del pueblo Palestino, si vende armas que se las venda a estos. Pero no es así, resulta que las armas se las vende a los israelíes y en una cuantía cuatro veces superior a la que dijo ZP en "Tengo una pregunta para usted".

Si el lector abre ligeramente la boca coincidirá conmigo en que esto es para quedarse verdaderamente anonadado. Pero no se preocupe que hay más, el tema no queda ahí, nuestro Zapatero es un cajón de sorpresas. Resulta que el propio Zapatero defiende la tesis y se posiciona en la idea de que ese armamento no ha sido utilizado para matar y, más concretamente, no ha sido empleado por los israelíes para matar a palestinos y que, además, él "tiene constancia de ello". No sé como se puede llegar a realizar semejante afirmación cuando la esencia y el objetivo del armamento es justamente ese. Aunque bueno, quizá haya una cláusula en el contrato que diga que sólo pueden dispararse contra latas de refrescos alineadas en un muro.

En fin, esto es lo que hay, y esto es lo que la gente se traga.

1 comentario:

Gilgado dijo...

Zp no se quedó sentado ante la bandera, sino ante el ejército.
Si la próxima vez que vaya al programa alguien le preguntara por qué no se levantó ante el ejército de los USA y si es consciente del agravio al pueblo americano que ama a su ejército como a su bandera. Respondería que no se levantó no por falta de respeto al ejército, sino a ese soldado abanderado, a quien reconoció como el que le robó la moto hace quince años cuando veraneaba en Peñiscola.
Y de la venta de armas a Israel pues lo mismo que la ministra rizosa Cabrera anunciando dos días antes en “you tube” el fallo del Tribunal Supremo: mentiras, farsas, disimulos, quimeras . . . total como los ciudadanos somos “tontos de los cojones” (según acepción del Presidente de la FEM).